¿Quien diría que un país con solamente 3 millones de habitantes y un territorio tan diminuto sería cuna de tan semejantes jugadores estrellas e incansables héroes metedores que lograron,siguen y seguramente seguirán logrando hazañas y grandes triunfos gracias a esa garra Charrúa que siempre estará presente y que le permite a nuestros once representantes dentro de la cancha continuar brindándonos alegrías, emocionandonos y enorgulleciendo enormemente de ser Uruguayos?
Desde muy chiquitos, nuestros padres, tíos o abuelos nos acostumbran a tener una mentalidad ganadora y así es como nos criamos, sin buscar nunca una explicación de porque vamos al estadio o nos sentamos frente al televisor con la necesidad de que nuestro país nos regale un triunfo, porque en ninguna condición aceptaríamos otro resultado que no sea una victoria sea cual sea el rival que tenemos en frente, sin importar sus figuras, su poder, sus más elevados presupuestos ni ningún otro aspecto que pueda hacernos "menos" que ellos, en teoría.
Nuestra mentalidad de ganar o ganar es la misma que le inculcaron a nuestros jugadores y eso se ve reflejado en la cancha y mas que nunca es un momento oportuno para citar esa frase tan conocida que dice que somos un país chico pero con corazón grande, por lo que nunca nos vamos a achicar ni intimidar frente a nadie, todo lo contrario, ante las situaciones mas complejas, más nos agrandaremos y mas buscaremos el triunfo que es lo único con lo que siempre estaremos conformes.
Hoy 16 de julio del año 2011, 61 años luego del Maracanazo, volvimos a demostrar que nuestros jugadores son pura sangre Charrúa y eso puede contra todo lo que venga, sin importar el rival que se ponga en frente.
Cuando se trata de Uruguayos, el coraje, la garra y el corazón se sobreponen ante todo.
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