Apesar del manoseo que se hizo con él, Gregorio afirmó que no quería que su cesé del cargo se convirtiera en un tema mediático y que pudiera afectar al plantel y por consecuente al hincha de Peñarol. Con respecto a los jugadores, dejó en claro que en todo momento se sintió respaldado por ellos y que hay un excelente grupo de personas, quienes además de buena gente, catalogó como grandes profesionales.
Cuando se lo consultó por la reacción de la hinchada en el partido ante el Tanque Sisley, en el cual desde la Amsterdam nació el grito; Gregorio, Gregorio...!!, declaró: "Hoy se tejen muchos rumores y muchas versiones. Pero el cariño no se compra en ningún lado. Y mirá que no fueron dos, 500 o mil, fueron todos los que concurrieron al estadio. Se buscan chivos expiatorios porque hay mucha gente que no puede sentir este cariño que sentimos nosotros. Y lo tienen que comprar."También se le preguntó si estaba arrepentido de haber vuelto al club, a lo que contestó que de ninguna manera se arrepentía y que los motivos por los cuales volvio a Peñarol fue el cariño y afecto que lo convierten en gran hincha de la institución.
No le cierren la puerta... "Nunca se puede decir de esta agua no se ha de beber. En una oportunidad ya dije que no volvía y lo hice. Peñarol es algo muy importante en mi vida. Lo ha sido y lo va a seguir siendo. Para mí y para mi familia."
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