A mediados de 1960, la selección de Rumania hizo una gira por América Latina y uno de sus partidos fue en Uruguay ante Peñarol. Fue victoria visitante y Peñarol decidió pedir revancha. En ese segundo partido volvió a ganar Rumania y encima uno de sus jugadores le hizo un cañito a Alberto Spencer, legendaria figura aurinegra.
Desencajado ante la puesta en ridículo, Spencer reaccionó con una bofetada contra su rival. Entonces intervino Efe Györffi, que los separó y se ganó el cariño de la “Joya”.
“Después del partido, Spencer me esperó en el vestuario para agradecérmelo, y me regaló una camiseta de Peñarol con su nombre en la espalda”, recuerda Györffi.
A su regreso a la ciudad de Brasov, Györffi le contó el episodio a Silviu Ploesteanu, entrenador del FC Brasov. Le mostró la camiseta y los colores del club cambiaron de un momento a otro. ”Cuando se la traje se la llevó sin decir nada, y en dos semanas vestíamos de negro y amarillo”, rememora Györffi.
“Ploesteanu nos dijo que con el color amarillo nos veríamos mejor en el campo”, explica. Hoy el FC Brasov es un equipo de mitad de tabla en la Liga 1 de Rumania, y mantiene su camiseta amarilla y negra a a rayas, casualmente confeccionada por la misma marca que viste a Peñarol.
Preguntado por una posible relación del Brasov con el Manya, Györffi se muestra escéptico. “Somos muy pequeños para eso”.
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