Por más raro que parezca, fue tal cual. En el año 2000, el técnico de Peñarol que por aquel entonces era Julio Ribas, fue procesado con por los incidentes suscitados en el último partido Clásico ante Naciomal (1-1) y dirigió a su equipo ante River Plate desde la Cárcel Central, celular mediante.
30/11/2000.
Ribas, junto a otros seis jugadores de Peñarol, y tres de Naciomal, llevan tres días tras las rejas por el delito de riña en un espectáculo público, pero al parecer, eso no fue impedimento para que el entrenador continuara con su trabajo habitual.
El equipo carbonero fue co-dirigido desde el campo por el ayudante técnico . Justamente, se lo vio en reiteradas ocasiones dialogando por celular con el técnico de los aurinegros, quien seguía el trámite del encuentro por televisión.
Probablemente quede como un hecho histórico, donde por primera vez, un equipo (y nada menos que Peñarol) fue dirigido desde atrás de las rejas.
Pero más insólito es que, Peñarol, sin seis titulares y dirigido por un recluso, levantó notablemente su nivel futbolístico, y terminó goleando a River por 4 a 0.
03/12/2000
Ni bien terminó el partido entre Peñarol y Huracán Buceo, que finalizara con victoria aurinegra por 2 a 0 y que a la postre le diera el título de campeón, una gran cantidad de hinchas carboneros se movilizaron hacia la Cárcel Central, donde se encuentran seis futbolistas del club, y su técnico, Julio Ribas, para festejar "con ellos" el campeonato logrado.
En un número cercano a 3000, la hinchada Carbonera se acercó hasta las inmediaciones de la jefatura, donde aguardaba un operativo policial para evitar posibles incidentes.
La algarabía era total y los aficionados no pararon de saltar y cantar ni un segundo. Los momentos más emotivos se vivieron cuando la gente coreó el nombre de los jugadores presos.
También, para esta ocasión, se 'compuso' una nueva canción: "Porque al Manya lo quiero, lo vengo a alentar; al Estadio, y a la cárcel mucho más..." Algo que, de seguro si escucharon los cautivos, se les puso la piel de "bolso".
Pero la dedicatoria a los jugadores encarcelados ya había comenzado en el propio Estadio Centenario con múltiples banderas y cánticos en las tribunas.
Otra muestra de dedicatoria, fue cuando la totalidad de los futbolistas fue hacia la tribuna Amsterdam (donde estaba el grueso de la parcialidad de Peñarol), se metieron adentro del arco, simulando estar entre las rejas.
Durante el partido la hinchada de Peñarol gritaba: Y ya lo vé, es para Ribas que lo mira por TV.
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