Si bien la matemática aún mantiene en todos los Carboneros una mínima esperanza de avanzar a octavos de final, lo cierto es que también en nuestras mentes juega la lógica que nos indica claramente que las chances de seguir con vida en la Libertadores son una en cien, apuntando a que de las 9 unidades que restan disputarse deberíamos conseguir nueve (para meternos seguros en la siguiente fase) o al menos siete puntos y estar pendientes de otros resultados.
Esto es algo que parece una absoluta incoherencia con nuestra realidad actual que marca que estamos últimos en nuestra serie, habiendo conseguido solamente 1 empate en 3 presentaciones y lo que además es preocupante y hunde aún más nuestra ilusión es que somos el equipo con peor promedio de goles realizados entre los 32 participantes de la Copa. Un solo gol en 270 minutos de juego y para peor, el mismo fue anotado por un volante de contención (Nico Freitas), lo que refleja el mal momento de los jugadores abocados a la ofensiva.A esto último se le suma una preocupante tarea en la labor defensiva. El problema nace en la mitad del campo, en donde la contención falla constantemente debido a que Freitas es el único jugador que puede parar a alguien, mientras que los demás solo colaboran corriendo, lo cual notoriamente no alcanza.
Los errores no terminan allí, porque no basta con ser un equipo liviano en el mediocampo, sino que también contamos con laterales muy lentos o sin precisión a la hora de cortar juego. Por el lado de Darió, viene demostrando partido tras partido que Peñarol ya no puede darse el lujo de colocarlo de titular en partidos internacionales, donde los rivales lo encaran una y otra vez, haciéndose un picnic con catering y todo por su sector. Paralelo a él, encontramos a Ale González, quien sin lugar a duda rinde muchísimo más de zaguero que como lateral derecho, donde constantemente le juegan a sus espaldas y le ganan, pero quien aún así parece ser la mejor opción para colocar en esa posición ya que el posible sustituto (que venía siendo titular), Juan Alvez, demostró ser un jugador sin trascendencia ni yéndose al ataque y tampoco defendiendo.
Planteado este panorama, llegamos a la conclusión de que la clasificación es "casi" imposible (porque no me olvido de nuestra historia). Errores directrices, del cuerpo técnico y de los jugadores se mezclaron y nos depositaron en esta situación crítica en el máximo torneo internacional, del cual fuimos vicecampeones hace solo algunos meses atrás con el 50% de los titulares de esta copa y habiendo mantenido la base en defensa y mediocampo.
Más nos desalentamos cuando pensamos que se deberían conseguir nueve puntos sobre nueve o al menos siete y tener suerte. Sabiendo que tendremos que chocar ante dos de los equipos mejores armados y con mas poderío de la copa y para mal de peores enfrentarlos de visitantes y como si fuera poco ganarle al mismo rival con el que igualamos en Montevideo y que en su estadio ganó con goleada ante Godoy Cruz, rival que a su vez nos derrotó. ¿Quien más se pone en nuestro camino? Otra vez el Atlético Nacional, quien nos llenó la canasta en el Centenario y con baile incluido.
Parece lógico empezar a apuntar todos los cañones al Campeonato Uruguayo, donde nos hallamos liderando ambas tablas (Clausura y Anual).
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